¿Qué es la analítica web?: para que una empresa esté al tanto de cuáles son las necesidades de sus clientes, es fundamental conocer cuáles son sus tendencias y patrones de comportamiento. Los grupos faciales y las encuestas pueden ser útiles para obtener información muy interesante sobre los consumidores, pero no consiguen detallar en profundidad lo que necesitamos conocer como empresa para mejorar nuestras ventas, captar más tráfico y fidelizar a los clientes. Es aquí donde entra en escena la analítica web.
¿Qué es la analítica web?
La analítica web es una disciplina que nos permite analizar, medir, procesar y reportar información sobre lo que ocurre en nuestra página web. Indispensable para diseñar, optimizar e implementar nuevas estrategias para obtener los resultados esperados.
Pero hay que tener muy claro que no se trata únicamente de medir el tráfico de la web, sino de entenderlo y analizarlo a través de la repercusión de nuestras campañas de marketing online, el comportamiento de los usuarios en nuestra página y descubrir nuevas tendencias de mercado. De esta forma, podemos comprobar si estamos cumpliendo con los objetivos fijados al poner en marcha cualquier tipo de campaña.
Un proceso que ayuda a recopilar y revisar los datos procedentes de una página web para garantizar su eficacia con el objetivo de mejorar su alcance, aumentar la tasa de conversión y la permanencia de los usuarios, por ejemplo; y que simplifica los datos estratégicos para ser monitorizados y examinados.
¿Para qué sirve la analítica web?
La analítica web permite saber todo lo que sucede en la web de una empresa y usar esta información para planificar nuevas estrategias que nos ayuden a captar nuevos clientes. Algunas de las cuestiones en las que puede ayudarnos son las siguientes:
- Optimizar las campañas de marketing online.
- Saber qué tipo de estrategias o tendencias siguen los usuarios.
- Conseguir la mayor tasa de conversión posible.
- Obtener datos valiosos como el tiempo de permanencia de los usuarios en la web.
- Conocer en profundidad el comportamiento de los clientes y cómo toman sus decisiones de compra.
- Saber de dónde procede el tráfico de cada página web.
- Aprender a segmentar mejor el contenido.
En resumen, la analítica web nos ayuda a saber qué es lo que debemos modificar en una página web, cómo hacerlo y descubrir si los cambios han sido efectivos. Y es que incluso los pequeños cambios pueden transformar por completo la experiencia de los usuarios, lo que puede influir positivamente en el tiempo de permanencia y en el número de veces que terminan comprando.
¿Cuáles son los beneficios de la analítica web?
Además de darnos una idea global de lo que ocurre en nuestra página web y de proporcionarnos información útil para nuestras estrategias de marketing, la analítica web puede reportarnos otros muchos beneficios como los que mencionamos a continuación:
- Saber qué es lo que quieren los usuarios: como comentábamos antes. La analítica web es muy útil para conocer en profundidad el comportamiento y las decisiones de los clientes, lo que también nos permite descubrir nuevas oportunidades de negocio. Cuando analizamos el comportamiento de los consumidores, podemos saber qué actividades, áreas y contenidos creados que creíamos que no eran relevantes son los que más despiertan su interés. Gracias a ello, podemos planificar una estrategia de contenidos más eficaz para aprovechar justamente lo que quieren.
- Mejorar la identidad corporativa: es evidente que la primera impresión es fundamental en todos los ámbitos, incluyendo la página web de una empresa. Cuando hacemos los cambios necesarios en una página web, estamos ofreciendo una experiencia de navegación más satisfactoria a los usuarios. Con lo cual, podremos estar seguros de que nuestra web representa perfectamente lo que queremos transmitir a nuestros clientes.
- Ahorro de costes de conversión: cuando podemos medir lo que sucede en nuestra página web, podemos realizar optimizaciones puntuales para conseguir que el coste de conversión sea más bajo. Para lo cual, es fundamental realizar una correcta medición y llevar un seguimiento de la página.
- Mejorar la experiencia del usuario: los visitantes pasan mucho más tiempo navegando por una web cuando disfrutan de una experiencia positiva. Esto implica añadir determinados elementos que favorezcan una navegación sencilla y quitar todo aquello que los distrae o que no aporta valor. Puede ser desde optimizar la velocidad de carga a contar con un contenido más útil e interesante.
¿Cuáles son los elementos imprescindibles de la analítica?
- Atracción: a la hora de abrir un negocio online, lo primero que tenemos que medir es la captación de los distintos canales de tráfico que usamos. Uno de ellos pueden ser las redes sociales, por ejemplo.
- Activación: cuando hayamos determinado los canales y hayamos medido el tráfico, el siguiente paso es estudiar el patrón de comportamiento de los usuarios en base a nuestros objetivos. Se trata de averiguar el grado de usabilidad de la web. Es decir, cuando hayamos conseguido atraer el tráfico que queríamos, debemos medir cómo se comporta cada usuario.
- Conversión: una vez que tengamos claro cómo se comportan nuestros usuarios, tenemos que lograr que nuestra página esté alineada con los objetivos de nuestro negocio. La meta puede ser, por ejemplo, que los usuarios se suscriban a nuestro newsletter, que compren o que descarguen un contenido.
- Fidelización: el último elemento se centra en el seguimiento de los clientes para retenerlos. Gracias a la analítica web, podemos medir si nuestros esfuerzos han resultado efectivos o si tenemos que cambiar la estrategia.