Cursos de Growth Hacking

Ventajas de contratar cursos de Growth Hacking

El Growth Hacking ha evolucionado hacia el Growth Marketing para juntar las tácticas del marketing online además de la implantación del Embudo de Growth Hacking, con el que puedas dilucidar el retorno de cada una de las acciones que se llevan a cabo. El pensamiento Lean es el alma de crecimiento que potencia la disrupción.

El Growth Hacking es un conjunto de estrategias de marketing enfocadas a optimizar y medir resultados en un ciclo permanente  que tiene por objetivo hacer crecer y mejorar las necesidades de marketing de cada empresa en particular. Dentro del cual quedan enmarcadas acciones relacionadas con Inbound Marketing, SEM, SEO, Paid Aids y Social Media.

Del mismo modo que un hacker informático prueba distintas combinaciones para infiltrarse en un servidor, un profesional del Growth Hacking hace todo lo posible para conseguir mejoras en el rendimiento online. Todo ello con la finalidad de ofrecer los mejores resultados con la menor inversión posible.

Así pues, resulta muy atractivo para pymes. Y es que toma un presupuesto limitado y aplica ajustes repetitivos y basados en datos a un sitio web para generar más clientes potenciales y ventas, y con ello hacer crecer la empresa. En definitiva, mezcla el marketing, la analítica, la creatividad y el propio producto para potenciar el crecimiento de la marca cuando ya se ha hecho un hueco en el mercado y lo que necesita es crecer.

Debes tener en cuenta que las técnicas de Growth Hacking no pueden usarse sin que previamente se haya llevado a cabo un ajuste adecuado de problema/solución y producto/mercado en la empresa. Y es que de nada sirve hacer crecer algo que no tenemos la certeza de si valdrá la pena o de si será de utilidad para la empresa. De lo contrario, nuestro crecimiento caería en picado.

La idea es optimizar la activación y la retención para que el efecto sea mayor a la hora de aplicar las estrategias de Growth Hacking. De lo contrario, sería el equivalente a pisar a fondo el acelerador de un coche cuyas ruedas están rozando con las pastillas de freno al rodar.

Una vez que el producto se ha ajustado al mercado, llega la fase de crecimiento. Es entonces cuanto entran en escena las acciones de Growth Hacking con el fin de ahorrar costes y recursos.

Podemos hacer distintas pruebas con diferentes grupos de usuarios, midiendo el porcentaje de la métrica que se ha optimizado en cada experimento y, en base a esa media, se compara la métrica anterior antes de optimizarse. De esta forma, podremos ir midiendo el progreso que vamos consiguiendo. Gracias a ello, lograremos un crecimiento más sostenible.