Qué es Growth Hacking: el Growth Hacking es una disciplina que tiene por objetivo aumentar la cantidad de usuarios, beneficios o impactos de una empresa de manera rápida y notoria con la menor inversión y esfuerzo posible. Muy interesante para pequeñas empresas que acaban de comenzar su andadura y que no quieran arriesgar su dinero en algo que no saben si va a funcionar.
La idea del Growth Hacking surge de una premisa muy sencilla: crecer, crecer y crecer. Cada decisión que tome un Growth Hacker debe estar diseñada con el objetivo de hacer crecer la marca. Y para lograrlo, se ocupa de redefinir los productos y la distribución con la finalidad de llegar a la mayor cantidad de usuarios que sea posible.
Es cierto que se trata de uno de los objetivos que persiguen todos los profesionales del marketing, pero en el caso del Growth Hacking se trata del único. Debido a ello, han ido apareciendo nuevas estrategias y herramientas que antes no existían y que son actualmente los pilares sobre los que se asienta el plan de crecimiento.
Lo que se busca es la acción perfecta. Cualquier regla que sirva para encontrar la estrategia adecuada para ganar ese preciado posicionamiento. Y para ello, no solamente debemos apoyarnos en el equipo creativo, en el equipo de marketing o en analistas de datos, sino también en la optimización del tiempo y de los recursos que nos brindan la gran variedad de herramientas gratuitas y de pago que podemos encontrar en el mercado. Ya sean herramientas de analítica de datos, de gestión de redes sociales, de seguimiento de la competencia, de escucha social, tests A/B, etc.
Eso sí, el coste de atraer nuevos clientes no puede ser cualquiera y es de vital importancia que el usuario sea el foco de las estrategias, atendiendo en todo momento a sus necesidades. Buscando siempre el equilibrio entre lo que necesitamos y lo que tenemos que hacer para mantener nuestro producto o servicio saludable desde el punto de vista de la reputación.
Qué es Growth Hacking y sus ventajas
Hay que tener en cuenta que el Growth Hacking no es una varita mágica y que por sí solo no puede salvar una mala idea de negocio o una empresa con una gestión deficiente. Para que funcione, debemos encontrar el encaje entre el producto y el mercado y la relación entre funcionalidad y marketing, escalar y viralizar, fidelizar y mejorar la oferta y analizar permanentemente los resultados. Si hacemos todo esto, entonces podremos disfrutar de los grandes beneficios del Growth Hacking:
- Se trata de una estrategia adaptada al mundo de las startups, por lo que resulta fundamental para negocios nuevos o para aquellos que quieran aumentar la cantidad de usuarios rápidamente.
- Nos ofrece la opción de crecer a bajo coste. En el mundo del Growth Hacking menos es más. Si estás acostumbrado a invertir grandes partidas de dinero en tus planes de marketing, te llevarás una grata sorpresa de lo que puedes lograr con muy poco, especialmente si consigues iniciar un “efecto bola de nieve” que haga que tus productos sean usados por un número de usuarios cada vez mayor y que hablen de ellos.
- Es muy útil para pensar en nuevas ideas de promoción de negocios e ir más allá de la rutina, evitando repetir estrategias similares de competidores afines. El Growth Hacking se basa precisamente en dar la vuelta a lo que venimos haciendo y en el factor sorpresa.